sábado, 13 de agosto de 2011

LA RULETA DE LA BOLSA.
RESUMEN:
Los Bancos, los Gobiernos y las grandes corporaciones nos venden que si LA BOLSA funciona bien, la economía vá bien. Sin embargo los ciudadanos comprobamos a diario que no nos repercute en nada positivo, o sea que la bolsa es la bolsa y nuestro bolsillo es nuestro bolsillo. Las grandes mentiras económicas se están quedando con el kulo al aire.
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Las Bolsas han dejado de ser el indicador de la buena salud económica y productiva de un país, como nos han hecho creer los economistas y estudiosos de la economía. Por lo menos así lo perciben los ciudadanos de a pie. Desde que las Bolsas se han erigido en la "mayor casa de apuestas del mundo", donde un rumor hace bajar un 10% a una compañía que mueve miles de millones, donde unos cuantos especuladores financieros globales tumban las expectativas de los Estados occidentales, donde una simple predicción de una agencia de calificación o de determinada empresa de consultoría financiera hace tiritar los cimientos de la humanidad, percibimos los ciudadanos que estos movimientos son ajenos a la economía productiva, real y diaria del pueblo.
Lo que no llegamos a comprender es por qué nos tienen que cobrar más intereses, es más difícil acceder al crédito, o tengamos que pagar más por los productos o servicios elementales. Alguien especula, apuesta y nos mete, sin saberlo, en la ruleta de otros. Nuestro dinero (trabajo) está en el tapete, sin saberlo.

Francisco Vicente Agulló Sánchez

Opinión Publicada en:

martes, 2 de agosto de 2011

Obstruccionismo político.



RESUMEN:
Me parece increible que la rivalidad política pueda afectar al bienestar de los ciudadanos. Es realmente repugnante que los políticos se preocupen principalmente por ganar cuotas de poder, cuando lo que deberían ganar son cuotas de adhesión masivas de la población española.
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Algo incomprensible por el ciudadano de a pie es el obstruccionismo político. Me explico: aquellas leyes promovidas por un partido, que claramente son beneficiosas para el ciudadano en general y que el ciudadano percibe como satisfactorias, o sea para España, pero que los otros partidos políticos de oposición, con competencias para aplicarlas no lo hacen, simple y llanamente para que no se noten los efectos claramente beneficiosos de las políticas del rival. Esta actitud es ante todo Indigna de representantes del pueblo, de patriotas y de gobernantes con responsabilidades sobre la ciudadanía.

La inquina, el egoísmo y la avaricia del poder, no puede estar por encima del interés del país. A menos que se inventen, como ha pasado últimamente, un nuevo concepto de interés general y de país. Esto último duele.
Opinión Publicada en:
02-08-12 - LA VANGUARDIA