jueves, 27 de septiembre de 2012

ESTE NO ES PAÍS PARA VIEJOS
Desde el 23/06/2012 no me publicaban un opinión en el diario ELPAIS, pues bien, hoy 26/09/2012 me han publicado la siguiente.


Este no es un país para viejos

En la película de los hermanos Coen No es país para viejos, una situación que puede ser cotidiana, como un cazador furtivo por los desiertos de Arizona o Nuevo México y que se encuentra con una situación excepcional, da lugar a una historia que nos presenta a uno de los psicópatas más despiadados, fríos y compulsivos que se han visto en la gran pantalla, interpretado por el español Javier Bardem.
Hace pocos años pareció una situación cotidiana y benefactora para la sociedad española que todos los partidos políticos estuvieran de acuerdo en aprobar la Ley de Dependencia con la abstención del PP (o sea sin oponerse a lo planteado), y que ayudaría a personas discapacitadas por diferentes motivos. Todo parecía idílico, por una vez nadie había votado en contra y por un momento pareció que la política y la democracia funcionaban.
Sin embargo, para materializar la ley y una vez puestos los fondos por parte de la Administración central, los que tenían que concretar las ayudas eran las comunidades autónomas, y cada una estaba gobernada por un partido político diferente. Desde las gobernadas por el PP se consideró que había que boicotear una “ley justa” porque estaba propugnada por el adversario político, debía tener pocos o nulos efectos sobre la población (votos) para minimizar el efecto beneficioso que esto pudiera representar sobre la ciudadanía en general.
Esto es un sucinto ejemplo de por quién estamos gobernados, este país no es país para viejos, ni enfermos, ni trabajadores, ni funcionarios, ni médicos, ni siquiera para los que tengan inquietudes artísticas. Este país es para los privilegiados. Los demás, abstenerse o morir.— Francisco Vicente Agulló Sánchez.

OPINIÓN PUBLICADA EN:
26-09-12 -EL PAIS 

viernes, 21 de septiembre de 2012

SANTIAGO CARRILLO COMO POLÍTICO - D.E.P.

DESCANSE EN PAZ UN POLÍTICO

Vi el especial a Santiago Carrillo del 24h de TVE. Aparte de repetir un documental sobre su figura que me ha parecido espectacular (por cierto hecho en años de otros gobiernos diferentes) los periodistas de El Mundo y Abc presentes, lo único que se les ocurría era citar Paracuellos, Paracuellos y Paracuellos, no había otro tema a tratar, imagino que alentados por sus respectivas líneas editoriales. Solo voy a citar el prólogo de las Memorias de Santiago Carrillo, que mi hermano tenía en su biblioteca y que le he dicho gustosamente que me prestara. A la pregunta periodística «¿De qué se arrepiente usted?» siempre veo en ella un producto de la cultura católica que ha dominado nuestro país. La costumbre es que una persona que se ha pasado la vida pecando tenga un momento de contrición a la hora de morir para garantizarse un lugar en el cielo. Imagino que cada hombre que participa en ella -excepto los corruptos y los tarados- cuando toma una decisión lo hace porque piensa que entre las opciones que se le presentan es la mejor, la menos mala. Si todo el párrafo lo aplicamos, dejando a un lado la animadversión que nos produzca o no el personaje y lo aplicamos al bienestar común y a la eficiencia de las decisiones políticas en beneficio de la comunidad, no hay duda que se convierte en una frase de alto nivel.  Yo ahora y en estos momentos quiero cambiar el significado a la frase por los tiempos en los que transitamos. Señor Carrillo, DEP.

Francisco Vicente Agulló Sánchez

Opinión Publicada en:
21-09-12 - INFORMACION 
MI INTUICIÓN SOBRE LA DIMISIÓN DE ESPERANZA AGUIRRE

INTUICIÓN SOBRE LA DIMISIÓN DE AGUIRRE

Vaya por delante que esta opinión está basada en una simple intuición, de esas que la presidenta Aguirre hace poco argumentó que no le suelen fallar. Analizando la intensa actividad política de Esperanza en estos últimos meses realmente coge de sorpresa esta dimisión sorpresiva y fulminante. También llama la atención que sea después de una reunión con el presidente del Gobierno y sin haberse filtrado a ninguno de sus muchísimos periodistas y medios de comunicación afines que la defienden a capa y espada. Aunque hay muchas declaraciones desafortunadas en los últimos meses que siempre se han correspondido con disculpas inmediatas, no hay nada en este terreno que justifique la decisión por parte del personaje estudiado. Aunque hay algunas posturas políticas que chocan con la cúpula actual del PP, Esperanza siempre ha tenido «bula papal» para permitirle determinadas licencias políticas, siempre que no fueran realmente radicales y rompedoras con la mayoría del electorado del PP, o sea, incluso estaba bien visto que la sintonía de sus declaraciones aplacaran al electorado más reaccionario como contrapunto a las opiniones más políticamente correctas del centro-derecha. Tengo una intuición, que de ser cierta, estaría más que justificada su dimisión. Desde la entrada en el poder del PP ha habido una obsesión única y prioritaria: el déficit público, la suma del déficit estatal, autonómico y local. Para financiarse lo primero que tiene que hacer un Estado es saber exactamente las necesidades de financiación que son necesarias. Desde muchas fuentes políticas y periodísticas de Madrid se culpa a Esperanza Aguirre y su grupo de gobierno de ocultar subrepticiamente el verdadero déficit de Madrid y seguir con muchísimas facturas en los cajones, escudándose en el simple convencimiento de que Mariano Rajoy no se atreverá a destapar esta actitud pues repercutiría directamente en el prestigio del PP, de Madrid y de España dejando al presidente del PP y del Gobierno, como se dice «en paños menores» con dos actuaciones posibles: 1) seguir ocultando el déficit y enriquecer la financiación del Estado a la Comunidad de Madrid por métodos ilegales,  y 2) Al final hacer lo correcto y admitir el déficit madrileño lo que dañaría inmediatamente al PP de Madrid, al PP nacional y seguramente a España en el ámbito financiero internacional. La posibilidad propuesta deja a Mariano Rajoy literalmente tirado «a los pies de los caballos» con obstáculos difícilmente salvables

Francisco Vicente Agulló Sánchez

Opinión Publicada en:
20-09-12 - INFORMACION 
CATALANOFOBIA Y ESPAÑA

viernes, 14 de septiembre de 2012

ASÍ, ESPAÑA DEFINITIVAMENTE NO FUNCIONA


ESPAÑA ASÍ NO FUNCIONA.
El otro día se publicó el IPC (Índice de precios al consumo) de agosto, la magnitud más importante de la economía española junto al tipo de interés (que está legado al Banco Central Europeo), o sea, el índice que valora cuánto más nos cuestan los productos o servicios que compramos habitualmente en promedio respecto al año anterior. Se incrementó cinco décimas en agosto, una barbaridad, algo que sorprende por las siguientes razones que deberían actuar en sentido contrario: 1) La brutal tendencia del consumo interno a disminuir en los últimos años, y más en el último. 2) La bajada de salarios general propiciada por la Reforma Laboral que favorece a los empresarios, sino, únicamente a las grandes empresas y que les permite despedir más barato, en más supuestos y con periodos de prueba anuales. 3) Los reiterados recortes a los funcionarios. 4) La disminución, cuando no supresión, de prestaciones, subsidios y  subvenciones a la población más desfavorecida. 5) El incremento abusivo e indiscriminado de impuestos, tasas, contribuciones y precios públicos. 6) La subida  de precios prepotente y violenta, apoyada y diría que tutelada por el Gobierno de servicios necesarios como la luz, el agua, el gas, los gasóleos y gasolinas, etc. Y otros de alto consumo como tabacos, alcohol, etc. Sin entrar en la manipulación evidente del mercado global alimentario.
Podría seguir enumerando más puntos pero es suficiente para mi argumento. Todo ello produce una brutal disminución del poder adquisitivo de las clases medias y bajas, o sea, de la gran mayoría de la población y por tanto un disminución intensa del consumo interno que, por pura lógica, debería traducirse en una bajada intensa de precios.
Por tanto, ¿Por qué los españoles pagamos más por nuestras compras habituales, o sea, por qué suben los precios? Si cada vez venden menos los empresarios, autónomos y pequeños comerciantes y estos tienen que recortan sus beneficios ajustándose a su demanda específica que les obliga a bajar sus precios… ¿Por qué el IPC sube?
Sólo podemos llegar a una conclusión… Esto no funciona. Mientras que el 80 % del empresariado español se devana los sesos para bajar los precios y no bajar la calidad, hay grupos oligopolísticos en España y diría que también mundiales que suben los precios sin pudor y respaldados por los gobernantes para obtener beneficios extras. Definitivamente esta España, así, no funciona.

Francisco Vicente Agulló Sánchez

Opinión publicada en:
BANCARIOS Y BANQUEROS

BANCARIOS QUE NO BANQUEROS

Solo puedo decir que a esos bancarios, que no banqueros, que están vilipendiados por la opinión pública hay que catalogarlos como simples empleados, y que éstos se encuentran en una encrucijada de la que no pueden salir.
Tengo algunos amigos bancarios, o sea, empleados de banca, que se encuentran en una tesitura difícil para realizar su trabajo. Siempre les digo que deberían darles un plus de peligrosidad.
Sin embargo, un banquero es aquel que tiene el suficiente dinero como para tener una participación, o sea acciones, de un banco, que le permiten tener un puesto o varios en el consejo de administración, por tanto es alguien que tiene mucho dinero, con el poder suficiente para tomar las decisiones de hacer o no hacer la llamada «mala praxis bancaria».
El bancario es un pobre empleado que tiene que cumplir su cometido, aunque le duela.
El banquero es una persona que decide a un nivel superior. El otro día, en un programa de televisión, resultó que a un alto cargo bancario le dolió especialmente oír una directriz de sus superiores: «El banco no tiene alma». 
Francisco Vicente Agulló Sánchez
Opinión publicada en:
28-08-12 - LA VANGUARDIA 

martes, 11 de septiembre de 2012

EL ABISMO DE LAS PREFERENTES

EL POZO PREFERENCIAL

Debo indicar que me interesa más el análisis y castigo de la evidente irresponsabilidad recurrente y crónica que nos ha llevado a esta situación que la explicación de la situación actual, pero creo que ante determinadas corrientes de opinión que, desde mi punto de vista tergiversan la verdad, aún hay que situar adecuadamente el tema de las preferentes, un problema que tiene miles y miles de millones de euros atrapados, procedentes de los ahorradores con el producto del trabajo de toda la vida y de cientos de miles de españoles.

La inmensa mayoría de inversores en preferentes fueron engañados comprando productos que creían tan fiables como los plazos fijos u otros depósitos similares, cobrando un diferencial de interés ridículo respecto a otras inversiones y que por supuesto no remuneraban, ni por asomo, el excesivo riesgo que asumían (sin saberlo) y saltándose los vendedores la ley vigente que obliga a informar expresamente al cliente de los productos financieros complejos. Muchos pensionistas y personas mayores se dejaron llevar por la imagen de honorabilidad y respetabilidad que han tenido tradicionalmente los empleados de banca.

En ningún caso se informó de que estos productos no están avalados por el Fondo de Garantía de Depósitos y sí se les recalcó que eran prácticamente iguales a los que están garantizados. Se les aseguró que su inversión era recuperable íntegramente o con una pequeñísima pérdida en un plazo muy corto de tiempo, máximo una semana, lo que sólo se cumplió al principio en tiempos de bonanza.

Ahora, aparecen algunas corrientes de opinión que justifican que los inversores tienen que pagar las consecuencias por su imprudencia y sobre todo por su avaricia al querer cobrar un uno o dos por cien más de interés al año (un ejemplo: 10.000 Euros con una diferencia respecto al plazo fijo de un 1,5% al año repercute en 150 Euros anuales o sea 12,5 Euros al mes más).

Las opiniones vertidas últimamente, sin embargo, penalizan esas mínimas plusvalías de las preferentes sin reparar en las tremendas irregularidades de quien las vendió incumpliendo la ley y obteniendo un enriquecimiento ilícito en forma de comisiones pecuniarias o promociones laborales por parte de los bancarios y de capital barato, perpetuo y no siempre remunerable por parte del multimillonario banquero (recuerden que en las preferentes si el banco tiene pérdidas no se le paga nada al inversor preferencial).

De las cajas de ahorro está todo dicho y es «de juzgado de guardia», ojalá la justicia actúe con la debida celeridad, independencia y eficacia. Pero los bancos también incurrieron en esta práctica ilícita y también han producido pérdidas sobre sus inversores preferenciales. Sólo hay que acudir a las numerosísimas quejas realizadas por los afectados para darse cuenta que en los canjes propuestos en acciones o bonos se pierde entre un 20-40% sobre el nominal, comprobando que sus títulos no tenían ni la liquidez, ni la solidez, ni por supuesto la rentabilidad prometida, o sea, que se encuentran casi obligados a aceptar la propuesta sí o sí.

Que quede bien claro que la prisa de los bancos por ofrecer estos canjes de preferenciales en bonos o acciones no obedece al ánimo benefactor y altruista de ayudar a sus clientes, sino a la normativa Basilea III que a partir de su próxima implantación el 1 de enero del 2013 hará que las preferentes dejen de computar como capital en las entidades financieras, deteriorando irremisiblemente su balance vía disminución brutal de sus fondos propios  y con todas las repercusiones que ello conlleva. 

Francisco Vicente Agulló Sánchez

Opinión publicada en:
08-09-12 - INFORMACION 
14-09-12 - LA VERDAD (ALICANTE) 

domingo, 2 de septiembre de 2012

LA JUSTICIA TAMBIEN PUEDE AYUDAR A LA ECONOMÍA

LA JUSTICIA TAMBIÉN ES ECONOMÍA

Parece mentira, pero la buena marcha de la justicia puede convertirse en un agente económico muy importante, y más teniendo en cuenta las circunstancias actuales. Por el contrario, su mal funcionamiento se puede convertir en un problema general, endémico y caótico. Anticorrupción puede desenmascarar a políticos, banqueros, cuasi-banqueros y acólitos que detraen recursos del sistema, o sea del círculo económico y  con una ineficiencia latente. Saltándose las leyes con absoluta impunidad y con evidente desparpajo hacen daño a la economía española. Los tribunales mercantiles  no pueden esconder al deudor moroso en contra de la empresa cumplidora, no se puede beneficiar a los caraduras por el simple hecho de que la justicia sea lenta, no tener recursos o no ser eficiente. Y por supuesto, no se puede dar impunidad a los sinvergüenzas, a los ineptos y a los que destrozan hogares dignos simplemente por ser empresarios corruptos. En el ámbito penal, el que más miedo da a los imputados, no se puede llegar a la prescripción por dejadez, no se puede llegar a la impunidad por obediencia a agentes exteriores, ni siquiera al error ni a la delación injustificada, pues cuando los errores son persistentes y todos ellos en beneficio de un tipo de imputado, las grandes fortunas, personas muy influyentes o entidades políticas o económicas muy importantes, la justicia se diluye como un azucarillo en la maraña de las influencias injustas. Afirmo que el buen funcionamiento de la justicia también es primordial para la economía española, quizá sea el último baluarte que nos queda, si funcionara con la debida independencia, presupuesto y celeridad. ¿Quién o quiénes son los interesados en que no funcione la Justicia Española con eficiencia? 

Francisco Vicente Agulló Sánchez

Opinión publicada en:
02-09-12 - INFORMACION 
ES QUE ESTO ES UN ESPERPENTO

Esto es un esperpento

El esperpento llega a latitudes insospechadas, la inmoralidad a lares desconocidos, la desfachatez al culmen de lo inaudito. Resulta que se saltan, cuando no corrompen y desvirtúan sus propuestas en un noventa por cien, que el otro nueve por cien no las llevan a la práctica ni siquiera las mencionan, o sea, las omiten, y luego dan una conferencia de prensa donde su justificación es que estaba en su... programa. ¿Cómo puede ser que la vicepresidenta del gobierno esgrima el programa del PP para justificar la modificación de la Ley del Aborto? Ni siquiera los términos estaban explicados, ni concretados ni explícitos, pero suelta tranquilamente que "ésto estaba en nuestro programa". ¿Se dará cuenta de lo ridículo, patético e incluso aborrecible que es su argumento? ¿Quizá se mirará al espejo público y no sentirá vergüenza ajena? ¿Quizá pensará que es su trabajo, que lo hizo bien, que es lo que tocaba? Lo siento, para los españoles no cuela, no hay forma de remisión ni segunda oportunidad, lo que pensamos simplemente es... ¡Esto es un esperpento! 

Francisco Vicente Agulló Sánchez

Opinión publicada en:
10-08-12 - INFORMACION