Después del evidente e indudable éxito de la
manifestación en la Diada catalana nos preguntamos ¿cómo es posible el
tremendo auge del independentismo catalán en la última década? Leo los
periódicos con avidez al día siguiente de los hechos y me encuentro que
los acólitos de la derecha centralista española que han estado atizando
recurrentemente el fuego de la denigración o desprecio del resto de
españoles hacia todo lo catalán, hoy, incluso apelan a los demás estados
miembros de la CEE mediante el miedo (argumentan que les puede pasar a
muchos de ellos) para que medien a favor de su postura, sin siquiera
reparar en que están recurriendo a países que son profundamente
democráticos y la gran mayoría de ellos con mucha más tradición
democrática que la española.
Incluso argumentan que a Mas se le ha ido de las manos el
independentismo catalán como si todos los separatistas fueran de CiU.
Un análisis político incorrecto y falaz desde mi punto de vista. Si
bien, sí que me parece que se usa este argumento con ánimo
extorsionador, lo que es inaceptable desde el punto de vista del
Gobierno español ni por la utilización evidente de la heterogeneidad de
los manifestantes.
Aún recuerdo la ecuación fomentada por el presidente
Aznar, en su segundo mandato después de conseguir la mayoría necesaria
para deshacerse de sus socios nacionalistas que le permitieron gobernar
en la legislatura anterior (PNV y CiU) que decía así: Todos los de ETA
son independentistas, todos los independentistas son nacionalistas, por
tanto, todos los nacionalistas son terroristas. Silogismo embustero de
un presidente del Gobierno de España que apuntó a la línea de flotación
del nacionalismo aprovechando los evidentes réditos electorales que
proporcionaba, en esos momentos, la preocupación de la población
española por el terrorismo, menospreciando así a una población
minoritaria en España pero muy importante en sus respectivos
territorios. Esta campaña brutal por parte del PP ha calado hondo en la
población en general.
No apoyo la independencia de Cataluña, creo sinceramente
que es España y que forma parte de España (en contra de lo que piensan
algunos carcamales vociferantes que los llaman polacos o extranjeros).
Siempre he creído que ante el defecto de pedir está la virtud de no dar,
pero dentro de un diálogo fluido, democrático y cordial.
Cuidado, no me vale el análisis incauto y simple de que
Cataluña se aprovecha de España, pues entonces deviene el argumento
independentista más contundente e irrefutable: como dijo alguien, es
mejor un mal gobierno propio que estar bajo el yugo de una potencia
extranjera, al menos, los problemas serán sólo nuestros y no de ellos. Y
por supuesto es una auténtica barbaridad llegar a la conclusión de que
los españoles tienen la facultar de someter a una gran mayoría
independentista pacífica por la fuerza y en contra de su voluntad.
Tal y cómo empezaba, no creo que el evidente e indudable
éxito de la manifestación sea para que 'TeleRajoy' (TVE) no le dé la
importancia que su peso específico tiene (error de principiante
despistado), no creo que el PP y acólitos sean tan obtusos como para no
darse cuenta ni del mensaje ni de la problemática, no creo que sea
asunto baladí ni para Cataluña ni para España.
Ya está bien de malgastar esfuerzos para alimentar la
catalanofobia y pongámonos a trabajar para solucionar los problemas de
todos, pero de todos los españoles.
Francisco Vicente Agulló Sánchez
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