Los bancos aumentan la depresión
¿Es posible
que tu banco te deprima con una simple carta que parece inocua? Sí, lo que
parecer ser unos simples movimientos de tu cuenta, al abrirla? ¡Sorpresa! te
encuentras con un «testamento» casi ininteligible, de aspecto amenazador
y totalmente legítimo pero con el logo, color y forma de tu banco habitual,
incluso aprovechan para hacer publicidad. Son diseños estándar y masivos. Al
final son una subida de comisiones sobre la simple custodia de tu dinero, que
es la base de su negocio, sobre las operaciones que más habitualmente haces o
sobre el trabajo que realizas por ellos desde tu casa vía internet. La
indignación sobre la explotación inducida a la que te encuentras sometido es
insoportable. La falacia, prepotencia y estafa masiva se hace sin ningún tipo
de rubor en la más completa indefensión para el afectado pues el amparo que les
dan las instituciones gubernamentales por su inoperancia, ineficiencia u
omisión interesada, que no por la falta de legislación, es evidente. Jamás he
visto en mi dilatada experiencia, que una entidad financiera te comunicara una
bajada significativa o no de sus emolumentos. Lo realmente grave es que
empieces a recibir cartas idénticas de tus otros operadores financieros. Esto
es deprimente, sin oposición posible y respaldados por nuestros representantes.
Realmente tétrico.
DIARIO INFORMACION (les envié una versión más corta)
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ME GUSTA MÁS LA VERSIÓN DEL DIARIO LA VERDAD:
(versión más larga):
CARTAS TÉTRICAS BANCARIAS
DIARIO INFORMACION (les envié una versión más corta)
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(versión más larga):
CARTAS TÉTRICAS BANCARIAS
¿Puede tu banco o entidad financiera amargarte un día,
una semana, un mes con una simple comunicación bancaria? La respuesta es
indudable en los tiempos que corren, SÍ. Recibes lo que parece una
inocua carta con lo que crees que son conocidos movimientos de tu cuenta
y al abrirla
¡Sorpresa! te encuentras con documentos casi
ininteligibles, de aspecto amenazador pero con el logo, color y forma de
tu banco habitual, incluso aprovechan para hacer publicidad de lo
estupendos que son.
Te pones a leer con la máxima atención, pero no te
enteras de nada, al final piensas que el eufemismo refinado no es
exclusivo de los políticos sino también de los banqueros puesto que esto
no te lo ha enviado Pepe tu director de oficina, son diseños estándar y
con reproducciones masivas.
Cuando el que lo recibe entiende de operaciones
bancarias, al leerlo se encuentra con una subida de comisiones sobre la
simple custodia de tu dinero, que es la base de su negocio, sobre las
operaciones que más habitualmente se realizan o sobre el trabajo que
realizas por ellos desde tu casa vía internet. La indignación sobre la
explotación a la que te encuentras sometido es insoportable. Es para
quemarse en las llamas del Infierno Eterno cuando comienzas a recibir
las mismas cartas tétricas y en casi idénticas condiciones de los demás
grandes bancos y entidades.
La falacia, prepotencia y estafa masiva se hace sin
ningún tipo de rubor en la más completa indefensión para el afectado
pues el amparo que les dan las instituciones gubernamentales por su
inoperancia, ineficiencia u omisión interesada, que no por la falta de
legislación, es evidente. Jamás he visto, con mi dilatada experiencia,
que una entidad financiera te comunicara una bajada significativa de
emolumentos a su favor.
Los afectados pensamos con resignación que nos han
quitado 10-50-100 euros al año (según le afecte a familias, pequeños o
medianos operadores, pero el banco piensa hemos ganado 100-500-1.000
millones por nuestra iniciativa empresarial. Seguramente, algunos se
llevarán una bonificación por sus ideas emprendedoras.
Al final hemos mejorado, hace unos pocos años ni siquiera
había comunicaciones. Un día cualquiera te acercabas a tu oficina y al
poner al día tu cuenta veías estupefacto que te había robado pequeñas
cantidades con los más inauditos conceptos, si no te habían dejado la
cuenta en negativo y su impunidad se convertía en efervescente lujuria
de intereses leoninos.
Francisco Vicente Agulló Sánchez
Opinión publicada en:
27-10-12 - LA VERDAD (Edición Alicante)27-10-12 - INFORMACION (Opinión destacada)
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