domingo, 11 de noviembre de 2012

EL CASO MADRID ARENA (y dos)


¿ALGUIEN DIMITIRÁ EN EL AYUNTAMIENTO DE MADRID?
Ya les puedo aventurar que NO, pero sin entrar en el tema del aforo o de las puertas de emergencia selladas, sin duda temas muy importantes, creo que con los “argumentos menores” que voy a exponer a continuación se dan las suficientes circunstancias como para que dimita algún cargo de confianza, un concejal o quizá el vicealcalde de Madrid.
¿Quién es el responsable de contratar a una empresa en la que concurren la siguientes circunstancias? Una empresa que debe en la actualidad 26.000 euros a la Seguridad Social Española, con un historial de 41 notificaciones de impago y 6 embargos realizados. Una empresa que contrata a un equipo médico con un antiguo Concejal de Salud de Madrid jubilado de 70 años y a su hijo que es actual trabajador del ayuntamiento. Uno cobra ya su pensión, que me imagino no será de 600 euros al mes, y otro se supone que tiene contrato a tiempo completo. ¿No hay suficientes médicos en paro en la Comunidad de Madrid como para contratar a dos que realmente les haga falta el trabajo?  Sólo hay que recordar el masivo despido de interinos que se ha producido por los recientes recortes en sanidad. Una empresa que contrata un servicio de seguridad que no tiene la licencia para ejercer en dichos asuntos, incluso que su objeto social es la promoción de eventos.
En este caso hay pérdidas irreparables, vidas humanas, sin entrar en las evidentes y elevadas probabilidades de que se hubiera producido una tragedia de proporciones mayúsculas. Las familias afectadas no pueden contemplar otra situación más trágica que la actual.
La respuesta de los políticos es cuanto menos oscura si no indigna: El Vicealcalde de Madrid, atención, “defiende” a la empresa contratista con argumentos mentirosos como que la contrata y los permisos están todos en regla cuando se incumple clamorosamente la Ley de Contratos del Sector Público. Y luego explica que no se puede aplicar la ley anterior porque la empresa Madrid Espacios y Congresos que adjudicó el contrato se rige por el derecho privado. O sea, una empresa pública con el dinero de los madrileños y que hace un evento en una infraestructura pública, no se somete a la ley mencionada. Es algo así como, dame el dinero que yo luego hago lo que quiero. Desde mi punto de vista existen suficientes elementos objetivos y subjetivos como para depurar responsabilidades políticas ¿o no?

Francisco Vicente Agulló Sánchez

Opinión Publicada en:

No hay comentarios:

Publicar un comentario